Biografía:
Luis Enrique Graciano Palao Berastain. Nació en Arequipa, Perú, en 1943, es un pintor peruano.
Hijo del reconocido Medico Cirujano Mariano Palo Villegas (1905 - 1989). Se casó con Liese Ricketts Borchard en 1973 con quien tiene dos hijos; Sebastián y Francisco. En 1994 nació su hija Cristina fruto de su relación con Gabriela Lambarri.
Mostró desde muy joven una sensibilidad especial para las artes. Estudió en el colegio Nacional de la Independencia Americana. Su inquietud lo llevó a Argentina donde estudió cuatro años de arquitectura, allí tuvo contacto con renombrados artistas de ese país, realizando varias muestras donde alcanzó reconocimiento de la crítica. Después de unos años volvió para vivir en el distrito de Chinchero, provincia de Urubamba, región Cuzco, ahí se mimetizó con el paisaje y la gente del Perú profundo, viajó incansablemente por los andes recreando la vida y el entorno de la gente humilde del campo con un estilo realista inspirado en los hermanos Teodoro y Alejandro Núñez Ureta, y con ciertas reminiscencias del realismo americano de Andrew Wyeth. El trabajo del maestro Luis Palao cuenta con un dominio del dibujo pleno y un estilo muy peculiar para equilibrar y ejecutar las sombras, siendo su claro oscuro fuerte y de pinceladas espontáneas y seguras...//
Luis Enrique Graciano Palao Berastain. Nació en Arequipa, Perú, en 1943, es un pintor peruano.
Hijo del reconocido Medico Cirujano Mariano Palo Villegas (1905 - 1989). Se casó con Liese Ricketts Borchard en 1973 con quien tiene dos hijos; Sebastián y Francisco. En 1994 nació su hija Cristina fruto de su relación con Gabriela Lambarri.
Mostró desde muy joven una sensibilidad especial para las artes. Estudió en el colegio Nacional de la Independencia Americana. Su inquietud lo llevó a Argentina donde estudió cuatro años de arquitectura, allí tuvo contacto con renombrados artistas de ese país, realizando varias muestras donde alcanzó reconocimiento de la crítica. Después de unos años volvió para vivir en el distrito de Chinchero, provincia de Urubamba, región Cuzco, ahí se mimetizó con el paisaje y la gente del Perú profundo, viajó incansablemente por los andes recreando la vida y el entorno de la gente humilde del campo con un estilo realista inspirado en los hermanos Teodoro y Alejandro Núñez Ureta, y con ciertas reminiscencias del realismo americano de Andrew Wyeth. El trabajo del maestro Luis Palao cuenta con un dominio del dibujo pleno y un estilo muy peculiar para equilibrar y ejecutar las sombras, siendo su claro oscuro fuerte y de pinceladas espontáneas y seguras...//
...//Su mérito es haber creado un realismo muy personal pero completo en lo académico contemporáneo y el haber usado un estilo innegablemente universal para recrear la vida de la gente de su tierra siguiendo de esta forma y dándole nuevos bríos al arte de Jorge Vinatea Reynoso y Teodoro Nuñez Ureta, es por ello que ha sido merecedor de varias distinciones y premios nacionales e internacionales por su valor plástico y humanista en el contenido. Esas distinciones van desde el "Premio nacional de pintura" hasta el reconocimiento del estado peruano por su trayectoria y legado a la historia del arte peruano.
Palao es un eterno buscador de nuevas formas de expresión, nunca se repite. Su amor por la gente humilde, en especial por el autóctono puro, lo lleva a ser parte de la lucha de su pueblo en el sueño utópico del retorno natural a la tierra:
"Yo no estoy geográficamente en un lugar, yo soy un vagabundo. Estoy con los hombres que no tienen tierra y eso es mi libertad. Estoy donde están los mendigos, los enfermos mentales, con los que huyeron de su casa, con aquellos que no aceptaron a la sociedad aunque sea por un día. Me interesan los desamparados, no quienes están en sus casas con su televisor y su cuenta bancaria. No hay nada que admirar ahí, desde mi punto de vista, desde el camino".
Vivía hasta hace unos años en el "Valle Sagrado de los Incas" en Calca, Cusco, continuando su labor de artista y hombre solidario con la realidad de su pueblo pero se tuvo que trasladar a su natal Arequipa por problemas de salud y paraencontrarse más cerca de sus hermanos.
Palao es un eterno buscador de nuevas formas de expresión, nunca se repite. Su amor por la gente humilde, en especial por el autóctono puro, lo lleva a ser parte de la lucha de su pueblo en el sueño utópico del retorno natural a la tierra:
"Yo no estoy geográficamente en un lugar, yo soy un vagabundo. Estoy con los hombres que no tienen tierra y eso es mi libertad. Estoy donde están los mendigos, los enfermos mentales, con los que huyeron de su casa, con aquellos que no aceptaron a la sociedad aunque sea por un día. Me interesan los desamparados, no quienes están en sus casas con su televisor y su cuenta bancaria. No hay nada que admirar ahí, desde mi punto de vista, desde el camino".
Vivía hasta hace unos años en el "Valle Sagrado de los Incas" en Calca, Cusco, continuando su labor de artista y hombre solidario con la realidad de su pueblo pero se tuvo que trasladar a su natal Arequipa por problemas de salud y paraencontrarse más cerca de sus hermanos.
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