Biografìa:
Sulamith Wulfing nació el 11 de enero de 1901 en Elberfeld, provincia del Rhin, Alemania. Desde muy niña, manifestó tener visiones de hadas, ángeles, gnomos y espíritus mágicos de la naturaleza. Comenzó dibujando estas visiones con cuatro años, según decía, la acompañaron toda su vida, e inspiraron cada una de sus pinturas y sus ilustraciones. Se formó en la Escuela de Arte de Wuppertal, graduándose en 1921. Se casó con uno de los profesores de la Escuela, Otto Schulze, creando juntos la Editorial Wulfing Sulamitf; en el transcurso de la II Guerra Mundial, Wuppertal fue bombardeado y la casa de la pareja fue destruida, junto a muchos de los cuadros de ella. Los rasgos más característicos de sus pinturas, son los semblantes tristes con grandes ojos, mujeres, ángeles, niños… todos ellos vestidos con ricos vestidos, coronas y otras joyas, ornamentos medievales, ternura y magia; casi siempre en entornos naturales, prados con luz de crespúsculo o de luna e interiores de castillos, normalmente góticos con bellas vidrieras. En sus obras de tema espiritual, imágenes radiantes, con frecuencia aladas y ambientadas en fiestas tradicionales, como la Navidad, y con una fuerte carga simbólica y mistíca, en sus composiciones. Todos sus cuadros, son de una gran belleza y perfección en sus lineas y encuadres. Murió con 88 años de edad en 1989.
Sulamith Wulfing nació el 11 de enero de 1901 en Elberfeld, provincia del Rhin, Alemania. Desde muy niña, manifestó tener visiones de hadas, ángeles, gnomos y espíritus mágicos de la naturaleza. Comenzó dibujando estas visiones con cuatro años, según decía, la acompañaron toda su vida, e inspiraron cada una de sus pinturas y sus ilustraciones. Se formó en la Escuela de Arte de Wuppertal, graduándose en 1921. Se casó con uno de los profesores de la Escuela, Otto Schulze, creando juntos la Editorial Wulfing Sulamitf; en el transcurso de la II Guerra Mundial, Wuppertal fue bombardeado y la casa de la pareja fue destruida, junto a muchos de los cuadros de ella. Los rasgos más característicos de sus pinturas, son los semblantes tristes con grandes ojos, mujeres, ángeles, niños… todos ellos vestidos con ricos vestidos, coronas y otras joyas, ornamentos medievales, ternura y magia; casi siempre en entornos naturales, prados con luz de crespúsculo o de luna e interiores de castillos, normalmente góticos con bellas vidrieras. En sus obras de tema espiritual, imágenes radiantes, con frecuencia aladas y ambientadas en fiestas tradicionales, como la Navidad, y con una fuerte carga simbólica y mistíca, en sus composiciones. Todos sus cuadros, son de una gran belleza y perfección en sus lineas y encuadres. Murió con 88 años de edad en 1989.